Ecológicamente hablando el jabón en barra( o solido), toma la delantera ya que cuando este se acaba no queda ningún recipiente que tirar a la basura, a esto añadimos que los jabones líquidos poseen ciertos mecanismos para dejar salir el jabón, pero al hacer esto dejan entrar aire que favorece la proliferación de bacterias dentro del mismo. Si en duración nos referimos, el consumo de un jabón en barra se puede dar por un tiempo más prolongado que los líquidos, además de no poseer agua en su composición resisten más aun al paso del tiempo. La única desventaja que podemos encontrar en los jabones sólidos, razón por la cual los ministerios de salud obligan a usar la versión liquida, es el hecho de que el jabón pasa por contacto directo entre cada usuario, haciéndolo un camino ideal para el intercambio de bacterias.
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